Modo oscuro Modo claro

Manténgase al día con las noticias más interesantes

Al presionar el botón Suscribirse, usted confirma que ha leído y acepta nuestra Política de privacidad y Términos de uso.
Follow Us

Manténgase al día con las noticias más interesantes

Al presionar el botón Suscribirse, usted confirma que ha leído y acepta nuestra Política de privacidad y Términos de uso.

Contrabando de Jarabe de Arce: El Lujo del Mercado Negro de Canadá

Los agricultores canadienses se están convirtiendo en contrabandistas clandestinos, haciendo del jarabe de arce fresco un producto de contrabando altamente codiciado que fluye secretamente a través de la frontera. Valorado en millones, este líquido dulce ahora circula en un mercado oscuro, caminando sobre la delgada línea entre la legalidad y la ética. Este comercio ilegal, conocido como Contrabando de Jarabe de Arce, se está convirtiendo rápidamente en una de las actividades ilícitas más lucrativas de Canadá.

En 2016, Angel Grinier fue acusada de vender jarabe de arce ilegalmente. Declaró abiertamente que luchaba por la “libertad de los arces”, no solo para ella, sino para otros agricultores. Como productora de jarabe de arce de cuarta generación, Grinier se negó a seguir las estrictas directrices de la FPAQ (Federación de Productores de Jarabe de Arce de Quebec), que exigía a los agricultores vender su jarabe a través de la federación. En su lugar, construyó un mercado clandestino, contrabandeando jarabe a provincias vecinas. Este acto de rebelión la convirtió en una de las personas más buscadas de Canadá.

Grinier, como muchos agricultores, estaba frustrada. “Nos obligan a producir jarabe según las regulaciones de la FPAQ cada año, pero la mayoría solo se acumula como excedente en almacenes”, dijo. “Solo el jarabe vendido genera ganancias. El jarabe apilado en almacenes oficiales deja a los agricultores con deudas cercanas a los 100.000 dólares”.

Advertisement

Durante años, Grinier trasladó jarabe a través de la frontera de noche, evitando intermediarios y suministrando directamente a negocios locales. Sus actividades ilegales atrajeron la atención de las autoridades, quienes creían que sus acciones perturbaban el mercado internacional del jarabe de arce. La acusaron de poner en peligro a inversionistas en mercados de futuros al manipular la oferta global.

El monopolio del mercado del jarabe de arce

Desde los años 90, debido a climas impredecibles que afectan la producción, la FPAQ tiene derechos exclusivos para controlar precios, ventas y exportaciones. Hoy, la federación controla el 72% del mercado global de jarabe de arce, valorado en miles de millones.

Solo en 2016, Quebec produjo más de 10 millones de galones de jarabe, exportándolo a 52 países. La mayoría se envió a Estados Unidos, con mercados secundarios en Japón y Europa. A 1.650 dólares por barril de 600 libras, el jarabe de arce es uno de los productos naturales más caros del mundo, valiendo 20 veces más que el petróleo.

A pesar de estas enormes ganancias, los agricultores canadienses siguen en la pobreza. Actúan como recolect

La “Mafia del Jarabe de Arce”

St-Pierre, un empresario que comerciaba con el jarabe contrabandeado de Grinier, se convirtió en símbolo del mercado negro del jarabe de arce. Acusó audazmente a la FPAQ de actuar como la mafia, monopolizando el mercado y explotando a los productores. “Controlan todo como una mafia. La élite codiciosa devora el trabajo duro de los agricultores”, declaró.

Sus palabras se convirtieron en un grito de guerra para el comercio clandestino. Pronto, productores de todo Quebec comenzaron a contrabandear jarabe hacia el “mercado libre”, aunque St-Pierre ofrecía precios más bajos que los oficiales. Los agricultores encontraron esta ruta más rentable y rápida, evadiendo el control de la FPAQ.

Esta “ventana al mercado negro” permitió que numerosos productores se convirtieran en “rebeldes”, desviando jarabe de las reservas oficiales directamente a compradores estadounidenses, el principal competidor de Canadá.

El Gran Robo de Jarabe de Arce de 2012

En 2012, un grupo conocido como los “Grandes Rebeldes” sustrajo 3.000 toneladas de jarabe del almacén de la FPAQ. Contrabandearon el botín a Estados Unidos, obteniendo 18,7 millones de dólares.

“Los ladrones pasaron casi un año vaciando barriles, reemplazando el jarabe con agua para encubrir el robo”, reveló una fuente. “Su codicia los traicionó: olvidaron diluir el jarabe, permitiendo que la federación detectara el hurto”.

Este episodio sigue siendo el mayor robo de jarabe de arce en la historia canadiense, equivalente al 12,5% de la reserva nacional. El mercado se desestabilizó y el control de la FPAQ sobre el mercado global sufrió un duro golpe.

Leyes Estrictas y Auge del Mercado Negro

La ley canadiense castiga con prisión o multas cuantiosas la venta ilegal de más de 5 litros de jarabe. Sin embargo, estas medidas no han contenido el crecimiento del mercado clandestino, que se ha convertido en uno de los negocios ilícitos más lucrativos para los productores.

<!–

Manténgase al día con las noticias más interesantes

Al presionar el botón Suscribirse, usted confirma que ha leído y acepta nuestra Política de privacidad y Términos de uso.
Previous Post

Un invierno cálido en el hemisferio sur: ¡Tu guía definitiva para el verano en Australia!

Next Post

Envolturas de pechuga de pollo estilo pato Pekín: Receta saludable baja en calorías

Advertisement