Incluso los perros más amables tienen sus límites y, a veces, las cosas que no les gustan pueden sorprenderte. Los perros experimentan molestias de forma diferente a los humanos. Si bien podríamos pensar que un abrazo es adorable, o que apresurarlo a caminar está bien, es posible que su perro lo odie silenciosamente. Las cosas comunes que no les gustan a los perros incluyen los abrazos, la restricción de olfatear, la falta de rutina y más.
Incluso los perros más pacientes pueden tolerar ciertos comportamientos por amor o porque no quieren imponer su dominio. Algunas situaciones, como las visitas al veterinario o el aseo, son inevitables. No hay dos perros iguales; Lo que un perro odia, otro puede disfrutarlo. Sin embargo, comprender las aversiones de su perro y hacer pequeños ajustes puede ayudarlo a hacerle la vida más cómoda.
01. Abrazos

Es posible que esas adorables fotos de personas abrazando perros no cuenten la historia completa. Muchos perros, especialmente aquellos que no conocen a alguien, no disfrutan de los abrazos. Sostener a un perro alrededor del cuello o del cuerpo puede percibirse como una amenaza.
La mayoría de los perros pueden tolerar abrazos suaves de personas de confianza, pero tolerancia no significa disfrute. Un mejor enfoque es dejar que el perro inicie el afecto y acaricie su espalda o su pecho.
A algunos perros realmente les gustan los abrazos, pero debes comprender los límites de tu perro. Observe su lenguaje corporal: si se recuesta, evita el contacto visual, bosteza, se lame los labios, muestra expresiones de preocupación o realiza señales para calmarlo, es probable que se sienta incómodo.
02. Enfrentarse a la cara de un perro o invadir su espacio

Al igual que los abrazos, a los perros generalmente no les gustan los humanos que se ciernen sobre ellos. Imagínese a alguien parado frente a su cara: ¿qué tan cómodo se sentiría? Evite tocar la cara de su perro, elevarse sobre él o correr hacia él, especialmente si no lo conoce bien.
Si necesita tocar a su perro por razones prácticas, como limpiarle las orejas o cepillarse los dientes, hágalo despacio, con suavidad y recompénselo con golosinas o elogios. Si su perro muestra señales de calma, miedo o agresión, retroceda inmediatamente. Tenga siempre precaución para evitar picaduras.
03. Evitar olfatear durante las caminatas

Los paseos son más que un ejercicio para los perros: son una oportunidad de explorar el mundo. Los perros dependen principalmente de su sentido del olfato para investigar, mientras que los humanos a menudo dependen de la visión. Obligar a tu perro a caminar sin dejarle olfatear o marcar territorio puede resultar frustrante.
Piensa en ello como si alguien te arrastrara por tu tienda favorita sin permitirte navegar. La próxima vez que pasees a tu perro, dale suficiente tiempo para explorar su entorno.
04. Falta de rutina y reglas

Los perros prosperan con la estructura, aunque no siempre parezca evidente. La desobediencia a menudo resulta de límites poco claros. El entrenamiento constante proporciona estabilidad y las rutinas diarias ayudan a su perro a sentirse seguro.
Alimente a la misma hora todos los días, mantenga horarios regulares de ejercicio y establezca actividades diarias predecibles. Con el tiempo, su perro parecerá más feliz, más seguro y se comportará mejor.
05. Gritos y castigos severos

A nadie le gusta que le griten o le castiguen duramente. Puede que los perros no comprendan nuestras palabras, pero pueden sentir nuestras emociones. Los perros sensibles o tímidos pueden volverse ansiosos o temerosos cuando se los somete a gritos o a una disciplina estricta.
El miedo no es respeto y los métodos duros no fortalecen los vínculos. Con el tiempo, los gritos constantes pueden provocar una desensibilización, en la que el perro ignora las órdenes por completo. El refuerzo positivo es mucho más eficaz.
Guíe a su perro para que realice comportamientos deseables en lugar de regañarlo. Comandos como “déjalo” o “quédate” redirigen el comportamiento de manera efectiva. Recompensa la obediencia consistentemente.
06. Vestirlos

A menos que estén acostumbrados desde cachorros, a la mayoría de los perros no les gusta que los vistan. Algunos pueden tolerar ropa sencilla como una camisa, pero muchos resisten cualquier cosa en la cabeza o las patas.
Si necesita ropa para abrigarse, comience con prendas livianas y combínelas con golosinas. Introduzca gradualmente suéteres, chaquetas o botas, observando siempre el lenguaje corporal para detectar signos de malestar.
07. Aromas fuertes

El sentido del olfato de los perros es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que el de los humanos. Si bien disfrutan explorando aromas, las fragancias fuertes o los productos químicos pueden irritarles la nariz.
Evite rociar directamente sobre los perros. Si utiliza aerosoles medicinales, aplíquelo primero sobre un paño. Los productos caseros como perfumes, lacas para el cabello, ambientadores o agentes de limpieza deben mantenerse alejados y no deben ser tóxicos.
08. Aislamiento o abandono

Los perros son animales sociales y normalmente no les gusta estar solos. Algunos perros se sienten reconfortados por la presencia de otros perros; otros prefieren la compañía humana. El aislamiento severo puede provocar ansiedad por separación.
Los dueños de perros tienen responsabilidades (trabajo, recados, viajes), pero los perros no pueden comprender su horario. Pase el mayor tiempo posible en casa, establezca vínculos afectivos, mantenga rutinas diarias, haga suficiente ejercicio y proporcione estimulación mental. Si viaja con frecuencia, considere contratar un cuidador de mascotas de confianza o reevalúe la equidad en la tenencia de mascotas.
09. Obligarlos a situaciones incómodas

Los perros pueden rechazar situaciones que les resultan estresantes: baños, visitas al veterinario, paseos en coche o encuentros con determinadas personas o animales. Forzarlos puede elevar los niveles de estrés, causando a veces más daño que bien.
El mejor enfoque es una exposición gradual con recompensas por un comportamiento tranquilo. Aumente lentamente la exposición a los factores desencadenantes y recompense la compostura. Los miedos graves pueden requerir la ayuda profesional de un adiestrador de perros o un conductista animal.
10. Altibajos emocionales

La vida tiene altibajos y los perros perciben tu estado de ánimo debido a su profundo vínculo contigo. El estrés, la depresión o la tristeza pueden afectar a su perro y provocar comportamientos reflejados como ansiedad, letargo o frustración.
Mantenga un estilo de vida constante, pase tiempo de calidad y brinde estimulación. Los perros destacan enterapia asistida con animalesdebido a su sensibilidad emocional. Pasear a tu perro puede beneficiarte tanto a ti como a tu amigo peludo.