En la India, existe un grupo de trabajadores conocidos como “Manual Scavengers”. A pesar de que el nombre sugiera que son limpiadores, su tarea diaria no es lidiar con residuos domésticos, sino con excrementos humanos que contienen diversas bacterias mortales.
En regiones con modernización subdesarrollada, las alcantarillas obstruidas, letrinas secas, canales de drenaje y fosas sépticas no se pueden limpiar fácilmente con máquinas, o los jefes ahorran costos al no usar equipo avanzado, por lo que envían a personas a “sacar” heces y desatascar tuberías. Estos recolectores reciben casi ningún equipo de protección; no tienen gafas, máscaras ni ropa protectora especializada, a menudo trabajando con pantalones finos y zapatos o incluso desnudos, sumergidos en la repugnante suciedad y aguas residuales.
Ilustración de recolectores manuales de residuos 
Se sumergen repetidamente en la oscura y turbia alcantarilla, recogiendo heces con cubos o palas, luego las transportan en carretillas o cestas hasta los sitios de procesamiento, a veces a kilómetros de distancia.
Transportar heces a campos lejanos
Debido a la exposición prolongada a virus, contaminantes, residuos químicos e inhalación de grandes cantidades de gases tóxicos, muchos recolectores de basura sufren de enfermedades graves, incluyendo quemaduras, problemas respiratorios, infecciones de piel y sangre, infecciones oculares y respiratorias, o asfixia en alcantarillas… Su esperanza de vida es de solo 40 años, a menudo incluso menos en la realidad. Datos recopilados por la organización “Safai Karmachari Andolan (SKA)”, que trabaja para mejorar las condiciones laborales de los recolectores de basura, muestran que de 2017 a 2018, la edad promedio de los recolectores de basura fallecidos era solo de 32 años. Se informa que aproximadamente 600 recolectores de basura mueren cada año por diversas causas, con los medios describiéndolo como “el trabajo más peligroso del mundo”. Sin embargo, a pesar del alto riesgo, los recolectores luchan en estos “pozos de la muerte” debido a su sustento, ganando solo 320 INR (aproximadamente 27.5 RMB) al día…
Ilustración de recolectores manuales de residuos
Este trabajo inhumano ha llevado a innumerables protestas, y aunque India ha legislado en contra, la implementación es otro asunto. Según la investigación de SKA, más de 770,000 personas aún están involucradas en este trabajo. Una de las principales razones por la falta de atención a este problema es que casi todos los que realizan este trabajo pertenecen a la casta baja, los Dalits, que están en el fondo de la sociedad. A pesar de que el sistema de castas ha sido legalmente abolido, su influencia sigue profundamente arraigada, y la gente aún cree que las castas inferiores están naturalmente destinadas a trabajos sucios y “viles”. Vimal Kumar, fundador del Movimiento por la Comunidad de Recolectores, proviene de la casta Dalit. Su madre fue recolectora, usando los escasos salarios ganados limpiando excrementos para enviarlo a la escuela, pero murió de cáncer de pulmón debido a la inhalación continua de polvo. Cuando los maestros y compañeros de clase se enteraron del origen de Kumar, en lugar de ayudarlo, lo acosaron colectivamente. Reflexionando sobre sus experiencias, lo describió así: “La sociedad cree que nacimos para limpiar los excrementos de otros. Somos discriminados en todos los aspectos de la vida”. De alguna manera, los recolectores manuales son el producto del pensamiento feudal social y el acoso colectivo. Bajo este clima, muchos Dalits que se convierten en recolectores ven a sus hijos también convertirse en recolectores, perpetuando un ciclo de trabajo de bajos salarios sin posibilidad de mejorar su estatus o escapar de la pobreza.
Sistema de castas en India
Sin asistencia, deben encontrar formas de sobrellevarlo. Muchos recurren al alcohol para adormecer sus sentidos contra el hedor de las heces, pero entrar en alcantarillas mientras están intoxicados a menudo lleva a muertes accidentales… Su fallecimiento a menudo significa la pérdida del sostén principal de la familia. Anjana de Gujarat recibió la noticia repentina de la muerte de su esposo Umesh Bamaniya en abril del año pasado mientras limpiaba una alcantarilla. Su cuerpo fue encontrado cubierto de aguas residuales. Tenía solo 23 años, apenas 10 días antes de que naciera su hijo… En un día, perdió al esposo responsable de mantener a la familia, dejándola en desesperación, preguntándose: “¿Cómo criaré y educaré a mi hijo?” La misma tragedia le ocurrió a Annamma de Tamil Nadu, cuyo esposo se asfixió en la alcantarilla de una fábrica el pasado septiembre, dejándola a ella y a sus dos hijas pequeñas desconcertadas…
Ilustración de recolectores manuales de residuos
Trágicamente, las familias de los fallecidos a menudo no reciben ninguna compensación. El esposo de Ratnaben murió en 2008 mientras trabajaba en el alcantarillado de una fábrica debido a la inhalación de gases tóxicos. La gerencia prometió varias medidas de compensación en ese momento, pero 15 años después, ella no ha recibido nada.
Desesperadamente, mientras no cambie la mentalidad, seguirán soportando este trato injusto…
