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5 Hábitos Silenciosos que Destruyen los Dientes de tu Hijo — ¿Eres Culpable?

Como padres, queremos asegurarnos de que los dientes de nuestros hijos estén sanos y fuertes. Esto les brinda una vida llena de sonrisas. Muchos padres hacen grandes esfuerzos para prevenir problemas dentales. Pero, sin saberlo, algunos hábitos bien intencionados pueden hacer más daño que bien. Estas prácticas comunes podrían estar dañando silenciosamente los dientes de su hijo. Echemos un vistazo a cinco hábitos que podrían ser perjudiciales.

1. Alimentar con alimentos blandos a niños que aún no tienen los dientes completamente desarrollados

Muchos padres se aseguran de que sus hijos coman alimentos blandos y fáciles de masticar. Cortan frutas o quitan huesos de la carne, incluso si el niño puede masticar alimentos más duros. Esto parece protector, pero puede dañar el desarrollo de su hijo.

No masticar alimentos más duros significa que el hueso de la mandíbula no se desarrolla adecuadamente. Esto puede llevar a “dientes dobles”, cuando los dientes adultos erupcionan antes de que los dientes de leche se caigan. Además, evitar alimentos duros reduce el uso de la articulación temporomandibular (ATM). La ATM es importante para el desarrollo de la mandíbula y el rostro.

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La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños mayores de 12 meses prueben diferentes texturas de alimentos. Frutas enteras como manzanas o duraznos son excelentes para probar. Permita que su hijo mastique alimentos más duros como huesos, bajo supervisión, para ayudar a desarrollar los músculos de la mandíbula.

2. Cepillar los dientes inmediatamente después de comer

Los padres a menudo piensan que cepillar los dientes justo después de las comidas es lo mejor para prevenir caries. Pero no es ideal después de comer alimentos ácidos o azucarados. Estos alimentos reducen el pH de la boca y ablandan el esmalte dental. Cepillar inmediatamente puede erosionar el esmalte y causar sensibilidad.

Es mejor esperar un poco antes de cepillar. Anime a su hijo a enjuagarse la boca con agua. Si la comida fue ácida o pegajosa, use hilo dental, un palillo de dientes o un irrigador bucal para una limpieza más profunda.

3. Permitir que su hijo se cepille los dientes demasiado temprano o sin supervisión

Es genial fomentar la independencia, pero muchos niños menores de 10 años, o incluso mayores, no pueden cepillarse de manera efectiva. Los cepillos de dientes eléctricos son útiles, pero deben usarse con la técnica correcta.

Los estudios muestran que incluso después de aprender la forma correcta de cepillarse, muchos niños aún omiten pasos importantes. Los padres deben continuar supervisando hasta que el niño pueda cepillarse correctamente. Verifique si pueden atarse los zapatos o escribir su nombre. La mayoría de los niños pueden cepillarse de manera independiente a los 10 años. Pero consulte con un dentista para asegurarse de que se estén cepillando bien.

4. Usar pasta dental blanqueadora en dientes amarillos

Los padres a veces ven que los dientes adultos de su hijo son amarillos y prueban pasta dental blanqueadora. Este es un malentendido común. Los dientes adultos naturalmente se ven amarillos porque el esmalte es más grueso y más transparente. La dentina amarilla debajo se ve a través.

La pasta dental blanqueadora es demasiado fuerte para los dientes de los niños. Estos productos contienen abrasivos que pueden desgastar el esmalte. Es mejor usar pasta dental diseñada para niños. Estas son más suaves y seguras para sus dientes.

5. Frotar manchas agresivamente o realizar limpiezas profesionales demasiado temprano

Los padres pueden entrar en pánico cuando ven manchas negras en los dientes de su hijo. Sin embargo, estas manchas suelen ser solo manchas superficiales. Aquí le mostramos cómo diferenciarlas:

  • Manchas pigmentadas: Estas pueden cepillarse o rasparse.
  • Marcas de caries: Estas son manchas profundas que indican caries.

Si las manchas son manchas, no las frote agresivamente. Un cepillado excesivo o una limpieza ultrasónica podría dañar el esmalte blando. Estas manchas a menudo se desvanecen a medida que los dientes de su hijo maduran. Si las manchas persisten, visite a un dentista para descartar otros problemas.

Conclusión

Todos queremos lo mejor para los dientes de nuestros hijos. Pero algunos hábitos que parecen útiles en realidad pueden hacer daño. Tenga en cuenta los errores comunes y siga las prácticas adecuadas de cuidado dental. Esto ayudará a que su hijo tenga dientes fuertes y saludables durante años. Consulte a un dentista para obtener consejos personalizados. ¡Recuerde, el equilibrio y la precaución son clave!

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