Nos hemos acostumbrado tanto a nuestro entorno—aire, gases, agua, luz solar, incluso el polvo—que casi lo damos por sentado. Nuestros pensamientos comunes podrían ser: “¿Dónde más podría estar el oxígeno si no en la Tierra?” o “¿Cómo podría el Sol dejar de brillar sobre la Tierra?” Pero, por un momento, preguntémonos: ¿y si el Sol de repente… desapareciera? Así, sin más—se esfumara. ¿Qué pasaría con los cometas, lunas, planetas y otros cuerpos celestes en nuestro sistema solar? Más importante aún, ¿cómo nos iría desde nuestra perspectiva?
La importancia del Sol
El Sol es una estrella masiva en el centro de nuestro sistema solar. Es una gigantesca bola de fuego que arde continuamente debido a los elementos que lo componen, y es la fuente de energía más crucial para la vida en la Tierra. No solo la Tierra, sino todos los cuerpos celestes de nuestro sistema solar están atrapados en órbitas elípticas alrededor del Sol. En otras palabras, el Sol es la fuerza suprema que mantiene la estabilidad y el orden de todo el sistema solar.
La situación sin el Sol
Como se mencionó anteriormente, los planetas y otros cuerpos celestes orbitan el Sol en trayectorias elípticas. Más precisamente, todos los planetas están constantemente cayendo hacia el Sol. Entonces, si el Sol desapareciera misteriosamente de nuestro sistema solar, cada planeta continuaría su movimiento hacia adelante y eventualmente escaparía de los límites del sistema solar. Imagina esto: la Tierra se mueve a una velocidad asombrosa de 67,000 millas por hora (107,826.05 kilómetros por hora) alrededor del Sol. Si de repente perdiera la fuerza gravitacional del Sol, la Tierra continuaría su movimiento, saliendo despedida de su órbita a la misma velocidad. 
La condición de la Tierra sin el Sol
¿Qué le pasaría a la vida en la Tierra en este escenario? En primer lugar, la Tierra no se sumiría inmediatamente en la oscuridad. La luz del Sol tarda unos 8 minutos en llegar a la Tierra, así que todavía habría algo de luz solar antes de que se instalara la oscuridad total. Por supuesto, la iluminación artificial seguiría funcionando, y las estrellas continuarían brillando. Si estuvieras en el lado de la Tierra que mira hacia la noche, la Luna también se oscurecería, ya que no podría reflejar más la luz solar.
Además, la Tierra es bastante buena reteniendo calor, así que las temperaturas no caerían inmediatamente a niveles extremos. Sin embargo, esto no significa que permaneceríamos cálidos por mucho tiempo. En unos pocos días, la temperatura de la Tierra descendería por debajo del punto de congelación. Después de unas semanas, se acercaría al cero absoluto. Si eres alguien que teme al frío, esta sería una experiencia increíblemente dura. La atmósfera se congelaría y caería a la superficie, dejándonos expuestos a la radiación nociva del espacio.
En este mundo helado y sin aire, la vida se volvería extremadamente difícil. La mayoría de los organismos perecerían, excepto aquellas criaturas que viven bajo tierra y dependen del calor del núcleo terrestre. En cuanto a los humanos, tendríamos que agruparnos, dependiendo de la energía de los reactores de fusión nuclear mientras buscamos formas de sobrevivir sin el Sol.
En otras palabras, la vida en la Tierra no terminaría inmediatamente si el Sol desapareciera… ¡pero tampoco duraría mucho más!
