Cada vez que mi familia lo preparaba para cenar, yo montaba un espectáculo de rebeldía, negándome incluso a tocarlo. Estaba segura de que algo tan amargo no valía la pena comerlo… hasta que descubrí la magia de la Ensalada de Melón Amargo.
Pero, al crecer, me encontré buscando voluntariamente ese amargor característico, especialmente con la llegada del calor veraniego. Ahora lo anhelo como una loca.
Todos los que prueban mi melón amargo lo elogian. Pero en realidad, no hay gran secreto. La clave está en dos cosas:
Primero, el alma del plato es la salsa de habas negras fermentadas, un descubrimiento reciente mío que es increíblemente aromático y perfecto para el verano. Combina maravillosamente con otros platos fríos, haciéndolo imbatible.
Segundo, siempre salo el melón amargo antes de cocinarlo. Este simple paso extrae el exceso de humedad, lo que ayuda a reducir su amargor.
Claro que algunas personas piensan que salar el melón le quita el crujiente, y otros (como mi papá) argumentan que quitarle el amargor le quita la gracia (aunque él sigue siendo el que le da el mordisco más grande).
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Así que, prefieras lo crujiente o lo amargo, la elección es tuya.
El melón amargo puede parecer un gusto adquirido, pero cuando llega el verano, no hay mejor cosa para refrescar el cuerpo y abrir el apetito.
Ensalada de Melón Amargo con Habas Negras Fermentadas
Ingredientes:
- 1 melón amargo, partido por la mitad, sin semillas y cortado en tiras (o rodajas)
- 1/4 de cebolla blanca, en rodajas finas
- Sal (para salar el melón)
- 1 cucharada de aceite vegetal
- 1/2 cucharada de habas negras fermentadas
- 1/2 cucharada de ajo picado
- 1/2 cucharada de semillas de sésamo blanco
- 1/2 cucharadita de aceite vegetal
- 1/4 cucharadita de azúcar blanca
- 2 cucharadas de salsa de soya clara
- 1 cucharada de vinagre
- 1 cucharada de maní frito (opcional)
Instrucciones:
1. Corta el melón amargo por la mitad, quita las semillas y córtalo en tiras largas (o rodajas). Espolvorea con sal y deja reposar 30 minutos para que suelte agua. Luego exprime el exceso de humedad y enjuaga bien.
Nota: Algunos prefieren el melón crujiente, así que la decisión de salarlo para suavizar la textura depende de ti.
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2. Hierve una olla pequeña de agua a fuego alto. Agrega el melón amargo y blanquéalo 1 min
4. Agrega 1/2 cucharadita de aceite, 1/4 cucharadita de azúcar, 2 cucharadas de salsa de soya y 1 cucharada de vinagre a la sartén. Mezcla bien para combinar.
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5. En un plato para servir, coloca la calabaza amarga blanqueada, las cebollas en rodajas y los cacahuetes fritos opcionales. Vierte la salsa de frijoles negros encima y mezcla para combinar.
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Ahí lo tienes: una receta sencilla pero llena de sabores, perfecta para un día caluroso de verano. La calabaza amarga finalmente me ha conquistado, y creo que también te conquistará a ti.