Esta es una de esas recetas que todo bloguero de comida debe probar al menos una vez en su vida, casi como un rito de iniciación. He visto a algunos fracasar estrepitosamente, usando docenas de huevos sin éxito, pero por suerte, mi tercer intento resultó perfecto.
La mezcla sedosa de huevo, armonizando con el aceite y el agua, llena el aire con un aroma irresistible. Es perfectamente antiadherente y deliciosa, simple pero elegante, digna de la corte real.
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La receta de los tres “no se pega”
1. En un tazón, bate 10 yemas de huevo con 75g de azúcar, 70g de almidón de tapioca (o almidón de frijol mungo) y 300g de agua. Mezcla bien. El almidón de frijol mungo es la opción tradicional; la tapioca se mezcla más suave y es ideal para principiantes.
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2. En una sartén, vierte 30ml de aceite. Calienta a fuego alto y cierne la mezcla de huevo.
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3. Revuelve a fuego alto hasta formar grumos grandes. Añade 10ml de aceite removiendo vigorosamente hasta que la masa se vuelva más fina y suave. ¡Rápido! Remover lento puede crear grumos y arruinar el resultado.
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4. Esta parte es tensa: es muy pegajoso, así que remueve constantemente, retirando la sartén del fuego. Usa un pincel con aceite para limpiar los bordes y vuelve a calentar.
¡Cuidado! Se pega fácil al fondo. Retira y acerca la sartén según necesites, asegurando una mezcla homogénea cada vez.
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5. Continúa removiendo hasta que quede liso y no se pegue. No remuevas de más: podría separarse el aceite y arruinar la textura.