Descubriendo Taizhou: Una ciudad de tranquilidad y deleite
Ubicada en la provincia de Jiangsu, Taizhou sigue siendo uno de los destinos turísticos más subestimados de China. Ofrece la belleza idílica del Jiangnan, una gastronomía que rivaliza con la de Cantón, y un estilo de vida incluso más relajado que Chengdu.
Hace más de 700 años, Marco Polo quedó maravillado con Taizhou, describiéndola como una pequeña ciudad llena de alegrías terrenales. Hoy en día, sigue ganando año tras año el título de “La ciudad más habitable de China”.
Una mañana en Taizhou: Saboreando delicias locales
Las mañanas en Taizhou son ideales para pasear por las calles antiguas en busca del desayuno. El aire se impregna del aroma de frituras frescas y el aroma salobre de mariscos frescos. Como capital del cangrejo, Taizhou tienta a cada visitante con su exquisita gastronomía. 
Éxtasis al mediodía: Un mar de flores de colza dorada
Taizhou alberga uno de los cuatro mares de flores más impresionantes del mundo, a la par de los campos de lavanda de la Provenza, los cerezos en flor de Kioto y los campos de tulipanes de Holanda.
Área escénica de Qinduo en Xinghua
En Xinghua, el impresionante mar de flores de colza de Qinduo es un espectáculo para la vista. Cada isla flotante está cubierta de flores doradas, separadas por sinuosos canales. Deslizarse en bote por estos canales te sumerge en un paraíso dorado donde el aroma floral flota en el aire, creando una experiencia etérea.
Un paseo por la historia: calles antiguas y ciudades acuáticas
Antigua ciudad de Taizhou
Con un ritmo incluso más pausado que Yangzhou, las calles antiguas de Taizhou emanan un encanto atemporal. Con edificios de ladrillo gris, puentes de piedra y gatos tomando el sol, la ciudad invita a los visitantes a desacelerar y saborear el momento.
Elegancia nocturna: Un sueño junto al río Fengcheng
Crucero nocturno por el río Fengcheng
Al caer la noche, el río Fengcheng brilla con el reflejo de las linternas. Al igual que el río Qinhuai en Nankín, el paisaje nocturno transporta a otra época. Mientras navegas por las tranquilas aguas, las melodías lejanas de la ópera Kunqu y el aroma del té chino tradicional crean un ambiente verdaderamente mágico.
Maravilla natural: La exuberante belleza de los bosques acuáticos
Parque forestal acuático de Lizhong
Para los amantes del aire libre y la vegetación, el Parque Forestal Acuático de Lizhong es una visita obligada. Apodado el “Pequeño Jiuzhaigou de Jiangsu”, este parque ecológico artificial alberga altísimos árboles metasequoia. En primavera, una explosión de flores silvestres cubre el paisaje, mientras una suave neblina a menudo envuelve el bosque en un aura etérea. Un paseo en balsa de bambú entre estos gigantes, con aves sobrevolando, ofrece una experiencia natural inmersiva.
Un edén oculto: La serenidad del parque húmedo Qinhu
Parque húmedo Qinhu
Apodado la “Perla de las ciudades acuáticas”, el parque húmedo Qinhu es un oasis de paz. La primavera es la época ideal para explorar su red de lagos, bosques y ríos. Navegar en una barca tradicional mientras se escucha una melodía folclórica de Huaian, convierte el momento en algo mágico. Con suerte, incluso podrás ver a los ciervos de David descansando a la orilla del agua.
Conclusión: Una ciudad rebosante de felicidad
La vida en Taizhou fluye con un ritmo pausado: mañanas que comienzan con una taza de té, tardes deambulando por calles antiguas y noches de paseos en barco. Aunque carece de la grandeza de Suzhou o Hangzhou, su encanto discreto y auténtico deja una huella imborrable en el corazón de quien la visita.
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