¿Alguna vez te has encontrado con alguien idéntico a ti, sin tener ningún parentesco? Desde el Antiguo Egipto hasta la era victoriana, el encuentro con doppelgängers siempre ha sido motivo de terror. En la actualidad, fotografiarse con un extraño sosias en redes sociales se considera de mala suerte. Según folclores inglés y alemán, ver tres veces a tu doppelgänger augura una muerte inminente.
El mito de los dobles (doppelgängers o gemelos) existe desde el Antiguo Egipto.
Doppelgänger: El reflejo espectral del alma

En alemán, “doppelgänger” significa “doble caminante”, refiriéndose a una aparición fantasmal. Aunque el término se acuñó en el siglo XVIII, relatos sobre dobles existen desde hace milenios. En Egipto, el “Ka” (espíritu) era una parte del alma idéntica al cuerpo. El “fetch” en literatura inglesa del siglo XVIII-XIX representaba un gemelo espectral que presagiaba la muerte.
Doppelgängers en la literatura
El escritor alemán Jean Paul introdujo el término en su novela Siebenkäs (1796), donde el protagonista intercambia identidades con su doppelgänger Leibgeber. Originalmente diferenciaba entre “doppeltgänger” (semejanzas extremas) y “doppelgänger” (plato servido en dos porciones), pero el término unificó ambos conceptos.
E.T.A. Hoffmann preservó esta dualidad en obras como Die Doppeltgänger (1821) y Los elixires del diablo, donde un monje es atormentado por su doble maligno.
Gemelos como recurso literario

La literatura usa gemelos para explorar la dualidad humana. En La sombra de Andersen (1847), una sombra independizada encarna los rasgos opuestos de su dueño. En El doble de Dostoievski, un clérigo es destruido por su alter ego audaz. Poe en William Wilson presenta un doble moralista que sabotea al narrador ambicioso.
Avistamientos históricos inquietantes

Isaac Walton relata cómo John Donne vio en 1612 el fantasma de su esposa cargando un hijo muerto, presagiando una tragedia real. Catalina la Grande ordenó ejecutar a su doble en el trono, muriendo semanas después. Goethe describió en su autobiografía un encuentro profético con su doble espectral.
Percy Shelley, según relatos de Mary Shelley, tuvo visiones de su doppelgänger antes de morir en 1822, incluyendo un alter ego que lo interrogaba: “¿Hasta cuándo te conformarás?”
El fenómeno en América

Abraham Lincoln reportó ver su doble pálido en espejos durante 1860, presagiando su reelección y posterior asesinato. En Cahaba, Alabama, relatos como el del alcalde con malaria muestran el patrón: tres avistamientos preceden a la muerte. Testigos corroboraron cómo su doble desaparecía ante testigos antes de su deceso.
Significado cultural
Catherine Crowe en El lado nocturno de la naturaleza (1848) señaló la frecuencia de estos fenómenos. Psicólogos atribuyen algunos casos a heautoscopia – ver la propia imagen a distancia. Sin embargo, avistamientos públicos alimentan creencias sobrenaturales, especialmente cuando ocurren durante enfermedad o sueño, sugiriendo un alma errante.
El contexto determina la percepción: encontrar tu doble en un aeropuerto resulta curioso, pero verlo en tu cama resulta aterrador.