Grecia, a menudo llamada la joya del Mediterráneo, no es famosa solo por sus mares azules y edificios blancos. Su gastronomía es un viaje lleno de sabores que combina tradición, historia e ingredientes frescos.

Los orígenes de la cocina griega
La comida griega ha sido moldeada por siglos de historia. Una de las influencias más significativas provino del Imperio Otomano, que gobernó Grecia durante casi 400 años. Como resultado, muchos platos griegos comparten similitudes con la vecina cocina turca.

Un ejemplo perfecto es el icónico plato griego Gyro, estrechamente relacionado con el kebab turco. Aunque ambos presentan carnes sazonadas cocinadas en un asador vertical, las sutiles diferencias en condimentos y presentación los distinguen.

La abundancia mediterránea
La proximidad de Grecia al mar Mediterráneo garantiza acceso a una abundancia de mariscos frescos. En los mercados atenienses, es común encontrar vendedores ofreciendo la captura del día directamente de los barcos.

Otro elemento básico mediterráneo es la aceituna, y los olivos bañados por el sol de Grecia producen algunos de los mejores aceites de oliva del mundo. Este oro líquido es el corazón de la cocina griega, realzando desde pescados hasta legumbres.

El limón es otra estrella en las cocinas griegas. Lejos de ser una simple decoración, su jugo se exprime generosamente sobre carnes, equilibrando la riqueza con una acidez brillante que resulta adictiva.


La comida callejera favorita de Grecia: Gyro
Al caminar por cualquier pueblo griego, inevitablemente verás (y olerás) gyros chisporroteando. Un asador vertical rostiza jugosas capas de cerdo o pollo, que se rebanan y envuelven en pan pita caliente.

Coronado con tomate fresco, cebolla, papas fritas crujientes y una generosa porción de tzatziki (salsa de yogur con pepino), el gyro es una sinfonía de texturas y sabores. Económico, sustancioso y absolutamente delicioso.

Moussaka griega: consuelo en capas
La moussaka se describe a menudo como la respuesta griega a la lasaña. Pero en lugar de pasta, alterna capas de salsa bechamel cremosa, carne molida sazonada y berenjena asada.

Aunque existen variantes de moussaka en todo el Mediterráneo, la versión griega es singularmente sustanciosa. Requiere horas de preparación: carne bien especiada, salsas ricas y horneado lento. Una verdadera obra de amor culinario.

H3: Yogur griego: un camaleón culinario
A diferencia de las versiones bebibles de otros países, el yogur griego es espeso y se come con cuchara. Normalmente se vende en cubetas grandes y se consume directamente o se usa en recetas.

Una de sus aplicaciones más queridas es la salsa tzatziki, hecha con yogur, pepino, ajo y aceite de oliva. Untada en pan pita o acompañando carnes a la parrilla, resulta refrescante y satisfactoria.

El yogur griego también brilla en postres. Un clásico tradicional combina simplemente yogur, miel y nueces trituradas: la mezcla perfecta de ácido, dulce y crujiente.

H3: Más platos griegos imperdibles
- Ensalada griega
- Gemista: Tomates y pimientos rellenos de arroz
- Fasolada: Sopa sustanciosa de alubias blancas
- Avgotaraho: Hueva de pescado curada
Un mundo culinario dentro de un país
El terreno montañoso y las islas dispersas de Grecia crean variaciones regionales tan diversas como deliciosas. Desde carnes y mariscos a la parrilla hasta guisos ricos y ensaladas vibrantes, la cocina griega testifica la generosidad natural del país y sus profundas tradiciones culinarias.
