El expresidente estadounidense Donald Trump causó revuelo el 30 de marzo con un arrebato dramático. Expresó su frustración por los estancados esfuerzos de mediación entre Rusia y Ucrania, y también por las negociaciones nucleares con Irán. En un movimiento audaz, amenazó con imponer “aranceles secundarios” a las exportaciones petroleras de ambos países. Incluso planteó la posibilidad de bombardear Irán si las negociaciones fracasaban.
Estos comentarios provocaron reacciones inmediatas. Tanto el Kremlin como líderes iraníes emitieron fuertes respuestas al día siguiente.
Kremlin: Los reportes mediáticos son citas indirectas
El 30 de marzo, varios medios estadounidenses reportaron que Trump estaba “muy enojado” con el presidente ruso Vladimir Putin. Dijeron que Trump estaba molesto por las críticas de Putin al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, especialmente sobre la credibilidad de Zelenskyy. Trump advirtió que si Rusia era responsable del colapso de un posible alto al fuego, EE.UU. podría castigar a los compradores de petróleo ruso con nuevos aranceles elevados.
Al día siguiente, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov abordó el tema. En una rueda de prensa rutinaria el 31 de marzo, declaró que muchos comentarios reportados eran paráfrasis. “Algunas declaraciones atribuidas a Trump no son citas directas”, explicó. “Existen varias versiones diferentes de lo que realmente se dijo”.
Peskov confirmó que Estados Unidos y Rusia mantienen consultas. Las conversaciones se centran en posibles soluciones a la Guerra Ruso-Ucraniana. También enfatizó que Putin sigue abierto a comunicarse con Trump. Se podría organizar una reunión si fuera necesario. Pero por ahora, no hay nuevas llamadas programadas entre ambos líderes.

Analista ruso opina
Stanislav Tkachenko, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de San Petersburgo, comentó sobre el estilo de Trump. Dijo que Trump suele aplicar presión para provocar una respuesta. Según Tkachenko, las conversaciones de paz sobre Ucrania están más influenciadas por la situación en el campo de batalla que por declaraciones políticas.
Irán emite advertencia severa
El 31 de marzo, durante una ceremonia religiosa en Teherán, el Líder Supremo de Irán Ali Khamenei respondió a las amenazas de Trump. Dejó claro que Irán contraatacará con fuerza si es atacado externamente. También advirtió que si enemigos extranjeros intentan incitar disturbios dentro de Irán, el país responderá con igual contundencia.

Ese mismo día, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní Nasser Kanaani publicó una mordaz respuesta en redes sociales. Criticó la amenaza de Trump de bombardear Irán como “un gran insulto a la paz y seguridad internacionales”. Kanaani dijo que tal retórica va en contra de los principios de la Carta de las Naciones Unidas. “La violencia engendra violencia”, escribió. “La paz trae paz”.
Negociaciones nucleares vuelven al centro de atención
Las tensiones no son nuevas. El 7 de marzo, en una entrevista televisada, Trump reveló que había enviado una carta a Khamenei. En ella, instó a Irán a participar en conversaciones con Estados Unidos. El objetivo era abandonar su programa nuclear.
Recientemente, Trump insistió en otra entrevista. Dijo que si Irán se negaba a avanzar hacia un acuerdo, enfrentaría “una acción militar como nunca antes”.