En Los Simpson, Homer pide famosamente que le rocíen aderezo Hidden Valley Ranch en la cara, sonriendo mientras la salsa blanca y cremosa lo cubre. Ese momento captura el amor de Estados Unidos por el aderezo ranch en una imagen inolvidable.

Pero esto no es solo un condimento, es un fenómeno cultural. Hidden Valley Ranch (HVR) es para los estadounidenses lo que el aceite de oliva para los italianos o la salsa de soja para los chinos. Para muchos, representa recuerdos de la infancia, comida reconfortante e incluso un sabor a hogar.

Un fan escribió: “Desde el día que el aderezo ranch entró en nuestra casa, conquistó la cocina”. Otros lo describen como el momento en que “finalmente supieron cómo sabe la buena comida”.

¿Qué es exactamente el Ranch?
El aderezo Ranch es una mezcla cremosa hecha típicamente de suero de leche, ajo, cebolla, mostaza, hierbas (generalmente eneldo y perejil) y mayonesa. Hidden Valley Ranch fue inventado en 1952 por Steve Henson, un plomero convertido en ranchero.

Comenzó a preparar este aderezo en su rancho de California, usándolo para alimentar a sus compañeros de trabajo hambrientos. Más tarde, él y su esposa comenzaron a venderlo desde su rancho. Después de vender la marca a una gran empresa alimentaria por 8 millones de dólares, se popularizó en todo el país.

Cómo el aderezo Ranch conquistó América
Desde 1992, el ranch ha liderado todas las encuestas de condimentos. Para 2017, casi el 40% de los estadounidenses lo consideraban su aderezo favorito. En promedio, cada estadounidense consume 38 botellas al año.

No solo es para ensaladas. La gente moja pizza, papas fritas, pollo frito, mariscos e incluso frutas en él. En fiestas, las fuentes de ranch, inspiradas en las fuentes de chocolate, son un éxito.

El nombre en sí tiene significado: “Hidden”, “Valley” y “Ranch” evocan algo puro y nostálgico. Sin embargo, su sabor es complejo: cremoso pero ácido, familiar pero audaz, un sabor que perdura.

Elogios y Controversia
Mientras los fans lo adoran, los críticos lo desprecian. Algunos periodistas gastronómicos califican el aderezo ranch como una “crisis nacional”, preocupados de que embote los paladares estadounidenses. Incluso The Washington Post llegó a denominar la obsesión por el ranch como un “problema en la cultura alimentaria estadounidense”.

Sin embargo, celebridades como Melissa McCarthy y Katy Perry muestran con orgullo su devoción. Según los informes, Perry insiste en que se tenga aderezo ranch entre bastidores en sus conciertos.

En un restaurante de St. Louis, el dueño es tan fanático que añade ranch a cada plato, incluso a los postres. ¿Pudín con sabor a ranch? Por supuesto.
El ranch en la cultura pop estadounidense
Al igual que Coca-Cola o hamburguesas, el aderezo ranch se ha convertido en un símbolo de la cultura estadounidense. Desde restaurantes de carretera hasta cocinas con estrellas Michelin, encuentra su lugar.

En diversas regiones de EE.UU., el ranch se adapta. En el Sur, corta la grasa del pollo frito. En la Costa Oeste, realza los mariscos frescos. En Nueva York, humedece los sándwiches de delicatessen secos.
Incluso en YouTube existen “desafíos de ranch sin agua”, donde la gente intenta comer una caja de galletas Popeyes solo con ranch y sin bebidas, a menudo con resultados hilarantes (y gargantas secas).

Reflexiones finales
El aderezo ranch no es solo una salsa, es un estilo de vida. Ya sea para aliñar una ensalada o realzar la comida rápida, representa más que sabor. Es emoción, nostalgia e identidad culinaria estadounidense en una botella.
Para los forasteros, puede oler raro o parecer lejía. Pero para millones de estadounidenses, Hidden Valley Ranch es ese condimento que hace comestible cualquier cosa, y todo mejor.