Donald Trump concluyó recientemente una gira de cinco días por el este de Asia. A diferencia de los viajes presidenciales tradicionales a Estados Unidos, esta visita destacó la influencia personal de Trump y, en ocasiones, los límites de su poder.
Durante las paradas enMalasia,Japón, yCorea del SurDurante los primeros cuatro días, los líderes trabajaron para satisfacer al presidente, a menudo impredecible. La autoridad de Trump, ejercida con un bolígrafo, le permitió imponer aranceles y otras medidas capaces de impactar las economías impulsadas por las exportaciones.
Malasia: Minerales estratégicos y tratados regionales
En Malasia, Trump obtuvo acceso a minerales críticos y avanzó en acuerdos comerciales con naciones del Sudeste Asiático. También presidió un tratado que alivia las tensiones fronterizas entreTailandiayCamboya. Estos acuerdos ejemplifican el estilo de “acuerdo de paz” que le gusta publicitar.

Japón: inversiones, regalos y pompa
La llegada de Trump a Japón incluyó exhibiciones ceremoniales. Primer Ministro recién elegidoSanae Takaichipresentó 550 mil millones de dólares en inversiones japonesas en Estados Unidos. Le regaló a Trump 250 cerezos para el 250 cumpleaños de Estados Unidos y un club de golf que alguna vez fue propiedad deShinzo Abe. Takaichi también nominó a Trump para laPremio Nobel de la Paz.
La Torre de Tokio estaba iluminada en rojo, blanco y azul, y rematada en oro, lo que reflejaba la inclinación de Trump por la diplomacia teatral.

Corea del Sur: trato real y acuerdos estratégicos
En Corea del Sur, Trump recibió una salva de 21 cañonazos y una banda militar tocandoSaludo al jefeyYMCA. PresidenteLee Jae Myunghonró a Trump con la medalla más alta del país y una réplica de una antigua corona dinástica.
El almuerzo incluyó un “postre pacificador” de brownies con incrustaciones de oro. Posteriormente, una cena privada con seis líderes mundiales celebró la visita de Trump. Estados Unidos consiguió un acuerdo que reducía los aranceles sobre las exportaciones surcoreanas del 25% al 15% y dispuso 200.000 millones de dólares en pagos en efectivo, invertidos bajo la dirección del gobierno estadounidense.
Reunión con Xi Jinping: un momento diplomático de alto riesgo
La última parada fuePorcelana, donde se reunió TrumpXi Jinpingen Busan, Corea del Sur. A diferencia de las paradas anteriores, no hubo ceremonia, banda militar ni menú lujoso. Los líderes y sus principales ayudantes se sentaron frente a una larga mesa blanca en un sencillo edificio militar.
Trump parecía tenso, en marcado contraste con su comportamiento relajado anterior. Explicó: “Sé un poco lo que está pasando porque hemos estado hablando con ellos. No estoy simplemente entrando a una reunión sin hacer nada”.

Aranceles, progresividad y negociación
Durante meses, Trump había amenazado con aranceles más altos a las exportaciones chinas para presionar el acceso al mercado y restringir los productos químicos utilizados para fabricarfentanilo. China, a diferencia de otros socios, respondió con una escalada, suspendiendo las compras agrícolas estadounidenses y proponiendo controles de exportación de minerales críticos esenciales para la fabricación tecnológica global.
Resultados: Tregua sin avances
Después de la reunión, ambas partes acordaron reducir la tensión. Estados Unidos redujo los aranceles, mientras que China alivió las restricciones a los minerales y reanudó las importaciones de productos agrícolas, petróleo y gas estadounidenses. Aunque no fue un avance dramático, el acuerdo reconoció que la tensión continua era insostenible.
Xi señaló: “Es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando”, lo que indica que las tensiones económicas y políticas llegaron para quedarse.

Implicaciones globales: el teatro se encuentra con la política
El viaje de Trump a Asia combinó espectáculo con negociaciones serias. Logró acuerdos, compromisos y honores ceremoniales. Mientras tanto, China se posicionó para llenar cualquier vacío internacional dejado por Estados Unidos.
Aliados como Japón y Corea del Sur se adaptaron a las tácticas asertivas de Trump, ofreciendo obsequios, honores y compromisos financieros. Estas medidas podrían provocar una reevaluación más amplia de las alianzas y la influencia regional.
Si bien es posible que Trump haya regresado con los resultados deseados, la pregunta sigue siendo si estas victorias se alinean con las necesidades a largo plazo de Estados Unidos.