Amenaza rara pero mortal
En muchos países desarrollados, gracias a una eficazvacunaciónprogramas y políticas de control animal,rabiase ha vuelto relativamente raro.
Sin embargo, raro no significa extinto. La rabia todavía puede representar un riesgo letal de formas inesperadas, como lo ilustra un caso reciente informado por elCentros para el Control y la Prevención de Enfermedades(CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES).
El trasplante de riñón
En diciembre de 2024, un paciente enMichiganse sometió a un trasplante de riñón en un hospital deOhio.

Cinco semanas después de la cirugía, el paciente desarrolló temblores, debilidad en miembros inferiores, confusión e incontinencia urinaria. Días después apareció fiebre, dificultad para tragar e hidrofobia, clásicorabiasíntomas.
A pesar de la atención médica inmediata, el paciente murió una semana después.
El misterio de la infección
La familia confirmó que el paciente nunca había estado en contacto con animales. Entonces, ¿cómo apareció el virus de la rabia?
Los investigadores revisaron los registros médicos del donante. El donante había notado un rasguño reciente de unmofetadurante una evaluación de riesgos.

Cómo se infectó el donante
En octubre de 2024, el donante trajo un gatito a su casa en el campo. Una mofeta salvaje apareció de repente y atacó al gatito.
El donante intentó proteger al gatito, luchando con el zorrillo. Su pantorrilla sufrió un rasguño y sangró. En ese momento, no sospechó de rabia y no buscó atención médica.
Semanas después, comenzó a mostrar alucinaciones, confusión, dificultad para tragar y caminar y rigidez en el cuello. Un día se desplomó en su casa. A pesar de los intentos de reanimación, fue declarado con muerte cerebral.
De acuerdo con sus deseos, se donaron los órganos del donante, incluido un riñón.
Rastreando la fuente de la rabia
Las autoridades volvieron a analizar las muestras del donante. Sorprendentemente, los análisis de sangre dieron negativos para la rabia. Sin embargo, el tejido renal dio positivo para una cepa de rabia que coincidía con lamurciélago de pelo plateadovirus.
Si bien el motivo de los diferentes resultados aún no está claro, se identificó la cadena de infección: un murciélago rabioso infectó al zorrillo, el zorrillo infectó al donante y el riñón del donante transmitió el virus al receptor.

Un riesgo poco común pero conocido
Este fue el cuarto caso de rabia transmitida por órganos en los EE. UU. desde 1978. Trece pacientes recibieron órganos de estos cuatro donantes infectados. Seis sobrevivieron después del tratamiento; siete que no recibieron tratamiento murieron.
Las autoridades afirmaron que estos casos podrían prevenirse con pruebas de rabia previas a la donación. Sin embargo, con decenas de miles de trasplantes de órganos anualmente en los EE. UU. y la rareza y complejidad de las pruebas de rabia, el virus no se detecta de forma rutinaria. La presentación de informes por parte de los donantes sigue siendo el método principal, lo que deja lugar a descuidos poco frecuentes pero mortales.
Otros receptores de órganos
Se trasplantaron córneas del mismo donante a tres pacientes. Las autoridades retiraron rápidamente las córneas y administraron medidas preventivas. Ninguno desarrolló síntomas.
Un portavoz del hospital tranquilizó al público: se trata de un suceso extremadamente raro y el riesgo general sigue siendo muy bajo.
Reacciones públicas
Los usuarios de Reddit y los comentaristas en línea expresaron su enojo. Uno escribió:
“El año pasado estuve expuesto a la rabia y tuve que luchar para conseguir tratamiento. Los médicos me ignoraron al principio. La rabia es 100% mortal sin vacunación. Este caso demuestra lo peligrosa que puede ser la supervisión médica”.
Otro dijo:
“Una persona murió porque los síntomas del donante deberían haberlo descalificado. El hospital tuvo múltiples oportunidades para evitarlo. Mientras tanto, tres pacientes tuvieron que someterse a procedimientos invasivos para prevenir la infección”.
Conclusión
Si bien es poco común, la rabia sigue siendo un virus potencialmente mortal. Incluso con salvaguardias médicas, los pequeños descuidos pueden tener consecuencias fatales. La concientización, la vigilancia y la selección cuidadosa de los donantes son esenciales para evitar que tragedias como ésta se repitan.