¡Olvídate de contar calorías hoy! A veces, todo lo que necesitas es un bocadillo crujiente, jugoso y lleno de sabor para levantar el ánimo. Presentamos el pollo frito con salsa dulce de chile tailandés, un plato tan delicioso que solo de pensarlo se te hará agua la boca. Los audaces y aromáticos sabores de la cocina tailandesa, con su equilibrio característico de dulce, picante y ácido, lo convierten en el capricho perfecto.

El secreto para un pollo frito crujiente y jugoso perfecto
Lograr ese exterior dorado y crujiente mientras mantienes el interior tierno y jugoso no es magia: ¡es cuestión de técnica! Aquí dos trucos clave:
- La marinada es crucial – El pollo se infusiona con una marinada rica que incluye salsa de pescado, azúcar moreno y claras de huevo. Esto no solo realza el sabor, sino que garantiza una carne increíblemente tierna.
- La mejor rebozado – Una mezcla especial de harina para pasteles, almidón y polvo para hornear crea una corteza aireada y crujiente que hace cada bocado satisfactorio.

Preparación paso a paso
Ingredientes
Para la marinada del pollo:
- 400 g de muslos de pollo deshuesados
- 1 clara de huevo
- 1 cucharada de ajo picado
- 1 cucharadita de salsa de pescado
- 1/2 cucharadita de pimienta blanca
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharada de maicena
Para el rebozado crujiente:
- 100 g de harina para pasteles
- 100 g de almidón de batata
- 1/2 cucharadita de polvo para hornear
Para la salsa dulce de chile:
- 2 cucharadas de salsa dulce de chile tailandés
- 1-2 chiles frescos (picados)
- 1 cucharada de ajo picado
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de jugo de lima
- Ralladura de 1/2 lima
- 3 cucharadas de agua
- Chalotas fritas y cilantro picado para decorar
Medidas:
- 1 cucharada = 15 ml
- 1 cucharadita = 5 ml

Instrucciones
1. Marinar el pollo
- Corta los muslos de pollo en trozos del tamaño de un bocado.
- Mezcla con ajo picado, salsa de pescado, pimienta blanca, azúcar moreno y sal.
- Añade una clara de huevo y maicena, asegurando que quede bien cubierto.
- Deja marinar al menos 30 minutos (¡toda la noche para más sabor!).

2. Preparar la salsa dulce de chile
- Calienta una sartén y sofríe el ajo picado y los chiles en rodajas.
- Apaga el fuego antes de añadir la salsa dulce de chile tailandés, azúcar, jugo de lima, ralladura y agua.
- Mezcla bien y vuelve a calentar hasta que espese.


3. Preparar el rebozado crujiente
- Mezcla harina para pasteles, almidón de batata y polvo para hornear.
- Añade un poco de agua para formar una masa espesa y homogénea.
- Reboza el pollo marinado uniformemente.

4. Freír el pollo
- Calienta el aceite a fuego medio-alto (unos 180°C / 356°F).
- Fríe el pollo hasta que esté dorado claro y firme.
- Retira y escurre, luego sube la temperatura a 200°C / 392°F.
- Fríe dos veces para mayor crujiencia hasta dorar.


5. Mezclar con la salsa y servir
- Mezcla el pollo crujiente con la salsa casera de chile dulce.
- Decora con chalotas fritas y cilantro fresco.
- ¡Sirve caliente y disfruta!

La explosión de sabor definitiva
Un bocado de esta obra maestra y quedarás enganchado: la crujiencia, la jugosidad, el toque dulce y picante, todo equilibrado con un toque fresco de lima. ¡Es pura alegría culinaria en cada bocado!
Si no puedes terminarlo, ¡no hay problema! Guarda las sobras en un recipiente y seguirán deliciosas al día siguiente.
Consejo profesional: ¡Acompaña bien!
Después de disfrutarlo, toma una taza de té de cebada para limpiar el paladar y refrescar los sentidos. ¡Esta combinación es revolucionaria!