Normalmente, no comería una manzana en casa durante tres meses, pero cuando se trata de costillas al horno con manzana, puede terminar un plato entero.
La preparación no es compleja; solo prepara la salsa barbacoa, coloca las manzanas y las costillas en la freidora de aire, y pronto toda la habitación se llenará con el aroma de la fruta y el delicioso olor de la carne asándose, haciéndote salivar incluso antes de empezar a comer.
El sabor agridulce de la manzana se infiltra en las costillas, dándoles un sabor sutilmente dulce, aromático pero no grasiento. Curiosamente, las manzanas asadas también saben bastante bien, mejor que comerlas solas.
Además, se ve impresionante, lo que lo convierte en un plato perfecto para reuniones familiares.
El festín dulce y salado de hoy, por favor disfruta.
Ingredientes:
- Costillas de cerdo
- Trozos de cebolla
- Manzanas
- Ralladura de naranja
- Ajo
- Miel
- Vino blanco
- Salsa de soja oscura
- Salsa de soja ligera
- Salsa de ostras
- Polvo de pimienta negra
- Aceite de oliva
- Semillas de sésamo blanco
Preparación:
Corta 800g de costillas de cerdo en segmentos de aproximadamente 5 cm, lávalas y sécalas con papel de cocina. Corta media cebolla en trozos grandes y 3 manzanas en pedazos, quitando las semillas.
Mezcla 1/3 de los trozos de manzana, trozos de cebolla, 6 dientes de ajo, 1 cucharada de miel, 2 cucharadas de vino blanco, 1 cucharada de salsa de soja oscura, 3 cucharadas de salsa de soja clara, 1 cucharada de salsa de ostras, 1/2 cucharadita de pimienta negra en polvo y la ralladura de una naranja en una procesadora de alimentos para hacer una salsa.
Rocía 2 cucharadas de aceite de oliva sobre las costillas, luego mezcla con la marinada, asegurándote de que todo esté bien cubierto. Marina durante al menos 2 horas (para un mejor sabor, marina en el refrigerador durante la noche).
Coloca las costillas y las piezas de manzana alternadamente en una fuente para hornear. Cepilla la superficie con aceite. Precalienta la freidora de aire a 180°C, hornea durante 30 minutos, luego voltea las costillas, cepilla con otra capa de miel y hornea por 10 minutos más. Espolvorea con una pizca de semillas de sésamo blanco y un pequeño puñado de ramitas de romero.